En caso de no poder asistir a la celebración de la Santa Misa por enfermedad y de no contar con la posibilidad de recibir la visita de un Ministro de la Sagrada Comunión para recibir la comunión, puedes realizar la siguiente oración:
Jesús mio, yo creo firmemente que estás presente el el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que no puedo recibirte ahora sacramentalmente, ven espiritualmente a mi corazón (breve pausa). Ahora que has venido a mi corazón, te abrazo y me uno completamente a ti. No permitas que nunca me aparte de tu amor. Padre mio, te ofrezco la sangre preciosísima de Jesucristo en expiación por mis pecados y por la salvación del mundo entero.
Alma de Cristo, santíficame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del Costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, cónfortame. ¡Oh mi Buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme En la hora de mi muerte, llámame. Y mandame ir a Ti. Para que con tus Angeles y Santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén